Este café excepcional de Panamá, cultivado en la región de Chiriquí a las faldas del Volcán Barú, destaca como uno de los mejores del mundo, combinando un terroir privilegiado con la dedicación de la Finca Lorayne y la experiencia de la Familia Rosas.

El café es de varietal Catuai, procesado natural para acentuar su complejidad y perfil de sabor. Cultivado a una altitud de 1,650-1,700 msnm, se caracteriza por un tueste medio que resalta sus características naturales sin sobrecargar su sabor. Su puntuación de 86,75 en la escala SCA (Specialty Coffee Association) confirma su calidad excepcional.

En taza, este café ofrece una experiencia sensorial equilibrada y sofisticada. Sus notas iniciales son de cacao profundo, con matices de chocolate con leche que aportan suavidad y cremosidad al paladar. A medida que se degusta, emergen sabores frutales sutiles, como frutos rojos frescos, que le dan un toque vibrante y dulce. Al final, un toque delicado de litchi y ligeras notas lácteas que evocan queso añaden una dimensión única y sorprendente.

Este café panameño es una verdadera joya para los amantes del café de especialidad, ofreciendo una mezcla perfecta de dulzor frutal, riqueza chocolatera y un toque exótico que lo convierte en una experiencia inolvidable.